Las voces se entrecortan cuando la mente viaja a traves del tiempo. Es una reaccion espontanea, empapada de alegria y satisfaccion. Es saberse parte de la historia del futbol mundial y comprobar que aquel capitulo, del que hoy se cumplen 40 años, es perenne.
El 31 de mayo de 1970, el Estadio Azteca acogio la inauguracion de la IX Copa del Mundo. Fue protagonizada por el Tricolor y la hoy extinta Union Sovietica. Hubo colorido, pero faltaron los goles.
"Hasta me dan ganas de llorar", atina a decir Javier Guzman, miembro de aquella alineacion empleada por Raul Cardenas. "Es algo unico, inolvidable. Ver al Estadio Azteca lleno es impresionante. Senti una gran emocion, pero recuerdo que para nada [estaba] nervioso".
Ese temple externado por el Kaliman era una de las principales cualidades de la Seleccion Mexicana. Sus integrantes tenian el honor de jugar el primer encuentro del certamen, lo que asumian con orgullo, lejos de presiones.
"Nervios, habia muy pocos; mas bien, emocion de ser considerado en la alineacion inicial y ademas estar en casa, representar a Mexico", recuerda Hector Pulido, quien tambien fue considerado por el entonces estratega nacional. "Los nervios se van transformando en deseos de aplicacion y hacer bien las cosas para quedar bien con la aficion, ademas del entrenador".
La fiesta no se completo porque los sovieticos opusieron resistencia y sacaron la igualada sin anotaciones, aunque el equipo dirigido por Cardenas dejo la sensacion de que tenia capacidad para acceder a los cuartos de final. Lo cumplio unos dias despues.
"Fue un empate que nos dejo tranquilos, porque venian los demas partidos", subraya Pulido, bastion en la mitad de la cancha. "Al abrir el Mundial en Mexico, lo que queriamos era sacar un buen resultado; no fue el optimo, pero tampoco malo".
"Fue un partido bastante dificil", complementa Guzman, elemento basico en la zona central de la defensa tricolor. "Los rusos tenian una manera de correr intensa, con un fisico impresionante, pero gracias a Dios supimos imponernos a todas esas adversidades".
Tras el empate inicial, Mexico goleo a El Salvador (4-0) y se impuso dramaticamente a Belgica (1-0), lo que le permitio avanzar a la siguiente etapa, en la que fue eliminado por Italia (1-4).
La derrota fue un duro mazazo, pero el balance final resulto positivo en muchos aspectos.
"Para nosotros, fue un orgullo muy grande haber cumplido en todos los partidos", afirma Pulido. "Yo jugue tres y fue una satisfaccion haber avanzado a la siguiente ronda".
Logro que genero el inicio de un romance que se mantiene vivo, ardiente. El de Mexico 1970 fue el Mundial en el que la aficion eligio al Ángel de la Independencia como epicentro de las celebraciones por los exitos de la Seleccion Nacional.
"La gente se iba al Ángel y ahi festejaban", rememora el Kaliman. "Eran celebraciones enormes y nosotros estabamos en el Centro de Capacitacion rodeados de gente... Asi nos veiamos".
Se sentian privilegiados por ser parte de un grupo que inauguro el Mundial y obtuvo la clasificacion a la ronda de los ocho, pese a que el despertar fue crudo. "Como jugador, es lo maximo", sentencia Pulido. "Es una sensacion tremenda, de gusto", la cual se mantiene intacta cuatro decadas despues.
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| SEGURO Anzor Kavazashvili, arquero de la Union Sovietica, controla el esferico, en una de tantas llegadas mexicanas a su arco, ante un pletorico Azteca (Foto: Archivo / EL UNIVERSAL) | |
Fuente: Ve Futbol
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